Carlos Gran nació en Alcoy  (Alicante) en 1984, una pequeña Ciudad enclavada en un valle y rodeada de montañas. En la actualidad es Técnico Industrial de una conocida multinacional. En 2012 terminó Averyn,  es la primera novela de los tres libros que componen la Trilogía de Los Tres Reinos y con la que da comienzo esta gran historia que se remonta a la edad del medievo. La literatura fantástica es sin duda su gran fuerte, reconociendo y amparándose en grandes obras y autores como  JRR Tolkien, JK Rowling, Patrick Rothfuss, Christopher Paolini o CS Lewis entre otros. Averyn en su versión completa quedará a disposición de todos los lectores a principios de 2013. Actualmente la primera parte está siendo seguida por decenas de seguidores en su blog particular y en las redes sociales más conocidas. También se está trabajando ya en la elaboración de la segunda parte titulada Siolfor.
 “Esta historia empezó a formarse en Abril de 2008, cuando aún tenía 22 años. Hacia ya tiempo que se me había pasado por la cabeza escribir un libro, pero la verdad no sabía como hacerlo ni por donde empezar. Así pues, empecé recabando información de lo que más me gustaba, luego empecé a seleccionar nombres para la historia y por fin escribí mi primer capitulo: un prólogo de no más de cinco páginas. La verdad no me pareció difícil y decidí continuar. Tenía ganas de escribir una aventura que mezclara jovialidad, fantasía, amor, desavenencias, intriga, historia medieval, etc… y así poco a poco la cosa fue cogiendo forma y nació la idea de crear un nuevo mundo, un mundo en el que habitaran Los Tres Reinos. Pero no todo fue tan fácil como se cuenta, muchas veces los manuscritos cayeron en el olvido, quedando encerrados en el cajón hasta que nuevas ideas e inspiraciones la hacían avanzar muy lentamente. Quizás no estaba del todo preparado, era la primera que me embarcaba en este mundo y no confiaba mucho en mis posibilidades. Un día una persona leyó el primer capítulo cautivándole la historia y dejándole con ganas de más. No sé por qué, pero su mirada me convenció y me hizo darme cuenta de que valía la pena realizar el esfuerzo. Me animó a seguir y terminar lo que un día había empezado. No he vuelto a parar de hacerlo desde ese día ya no por ella si no por mí mismo. Ahora, por fin creo que ya estoy preparado para compartir esta historia con vosotros. Es inverosímil saturarte y dejar de escribir cuando oyes a la gente hablar de tus historias o esperar impaciente un nuevo capitulo o libro. Es la mejor condecoración y prestigio que te puede dar el duro trabajo de escribir”