Miguel Torija Martí
Soy ingeniero agrónomo y hace pocos años descubrí, accidentalmente, mi vocación literaria. Desde entonces todo ha ido muy rápido, confío que no demasiado
rápido. La Conselleria de Industria y Comercio me publicó en 2010 “Fábulas efímeras”, un recopilatorio de relatos con un enfoque didáctico cuyo fin
es concienciar sobre consumismo, globalización, adicciones, salud, libertad, etc.
En 2011 publiqué “Catálogo de excusas para seguir vivo (o para estar muerto)”. Un recopilatorio de relatos ilustrados por Teresa Herrador, que ha quedado
finalista de los XXII premios de la Crítica Literaria Valenciana.
En 2012 promoví la Primavera de Microrrelatos Indignados y coordiné junto a Rosario Raro, Ana Vidal y Rosana Alonso la publicación de un libro solidario con
parte de los relatos participantes en dicha convocatoria por parte de la editorial ACEN.
En 2013 la editorial URANIA me ha publicado Cuando la vida se pone perra un recopilatorio de relatos ilustrados con fotografías de Víctor Aranda en el que
sus personajes deciden entre poner la otra mejilla o volver a ponerse en pie.
Algunos de mis relatos han tenido éxito en concursos como: Microrrelatos de Radio Castellón, La microbiblioteca, El País de las Tentaciones de primavera,
Tecnocuentos de RNE o Relatos en Cadena de la SER.
Soy redactor de la revista Mone Monkey. Mis relatos aparecen en libros colectivos:* De antología: la logia del microrrelato* (2013), *Cosecha de invierno*
(2012), *In Crescendo* (2012), *Los intachables *(2012), *Conseguir los sueños* (2012), *Les llengües vespertines* (2012), *Primavera de microrrelatos indignados*
(2012), La microbiblioteca (2012) y *Relatos en cadena* (2010)
Cuando la vida se pone perra (Editorial Urania)
No es el mejor momento para los protagonistas que deambulan por estos treinta y seis relatos, algunos lo saben, otros parecen castigados a ignorarlo, pero
todos, de una manera u otra, están en apuros. No encuentran sentido a su vida, ven como todo se derrumba a su alrededor o al menos todo aquello a lo que se
aferraban. Han sido heridos, traicionados, humillados,ignorados, defraudados... en ocasiones por las personas que más quieren y en otras por el azar de un mundo que
suele escoger sus víctimas caprichosamente y sin contrastar la hoja de servicios de cada cual.
A pesar de todo, muchos de ellos intentan mantener la dignidad intacta y luchan por permanecer erguidos frente a las calamidades. Los que son vencidos y
doblan la rodilla no merecen ser juzgados por ello.